
18 Jun Señales de que «Ya no puedo más»: Cuándo es el momento de buscar ayuda
Señales de que «Ya no puedo más»: Cuándo es el momento de buscar ayuda
¿Sientes que «no puedo más» o en crisis? Aprende a identificar las señales de agotamiento emocional y descubre cómo un psicólogo puede ser tu apoyo para superarlo y encontrar la calma. Tu bienestar importa..
Todos pasamos por momentos difíciles en la vida. A veces, estos desafíos son tan grandes que nos sentimos completamente desbordados, como si una tormenta nos arrastrara y no supiéramos cómo salir. Es en esos puntos, cuando el malestar es tan fuerte que nos impide seguir con nuestra vida normal, que hablamos de una crisis personal.
Mucha gente llega a este punto sintiendo que «ya no pueden más». La preocupación de que las cosas empeoren es real y puede paralizarnos. Saber reconocer las señales de que estamos en una de estas crisis es el primer paso y el más valiente para sentirnos mejor.
¿Cómo sé si estoy en una crisis psicológica?
Las señales de que algo no va bien pueden aparecer de muchas formas. Presta atención si notas varias de estas cosas de manera constante y te impiden vivir tu día a día:
1. Lo que sientes:
- Tristeza o ansiedad que no se va: Sentir una pena profunda, nerviosismo, irritabilidad o desesperanza la mayor parte del tiempo, sin que mejore.
- Cambios bruscos de humor: Pasar de la alegría a la tristeza o al enfado muy rápido y sin motivo aparente.
- Ya nada te ilusiona: Perder el interés por actividades que antes te gustaban.
- Sentir un vacío: Sentirte apático, sin ganas de nada, o como si no encajaras.
2. Lo que piensas:
- No paras de darle vueltas a todo: Pensamientos negativos que se repiten una y otra vez y que te cuesta mucho controlar.
- Te cuesta concentrarte: Dificultad para prestar atención, para recordar cosas o para procesar lo que te dicen.
- Solo ves lo malo: Una visión muy negativa de ti mismo, de tu futuro y de lo que te rodea.
- Piensas lo peor: Imaginar que todo va a salir mal, de forma exagerada.
3. Lo que haces:
- Te aíslas: Dejar de lado a tus amigos, familia o compañeros de trabajo.
- Problemas para dormir: No poder conciliar el sueño, despertarte mucho por la noche o, por el contrario, querer dormir todo el día.
- Cambios en tu apetito: Comer mucho más o mucho menos de lo habitual, lo que puede afectar tu peso.
- Rendimiento bajo: Tu rendimiento en el trabajo o en los estudios empeora.
- Evitas situaciones: Dejar de hacer cosas o ir a sitios que te generen malestar.
- Más consumo de sustancias: Recurrir más a menudo al alcohol, tabaco u otras drogas para sentirte mejor.
4. Lo que tu cuerpo te dice:
¿Cuándo ir al psicólogo?
El momento de dar el paso y ir al psicólogo llega cuando sientes que las estrategias que usabas antes para manejar tus problemas ya no funcionan, y el malestar es tan grande que afecta tu vida diaria. Es normal sentir miedo o vergüenza, pero el miedo a estar peor no debería detenerte.
Un psicólogo te ofrece un espacio seguro para hablar sin ser juzgado. No se trata solo de desahogarse, sino de conseguir ayuda para:
- Entender qué te pasa: Descubrir las causas de tu malestar.
- Aprender a manejarlo: Adquirir herramientas prácticas para controlar la ansiedad, la tristeza o el estrés.
- Cambiar tu forma de pensar: Ver las cosas de una manera más positiva y constructiva.
- Ser más fuerte: Desarrollar tu capacidad para superar los desafíos de la vida.
La oportunidad de un nuevo comienzo
Una crisis, por difícil que sea, puede ser el punto de partida para un gran cambio. Reconocer que necesitas ayuda y buscar a un psicólogo es un acto de valentía y un paso enorme hacia tu bienestar.
Puedes superar este momento y empezar a vivir de una manera más plena y en calma. Permítete la oportunidad de sentirte mejor, de recuperar el control y de descubrir lo fuerte que eres.
¿Crees que ha llegado tu momento de dar el paso? Recuerda, pedir ayuda es el primer gran cambio.
