14 Oct Superar una ruptura
El final de la relación
Las rupturas son una fase de un desencuentro con otra persona con la que se tuvo una relación íntima. Es llamativo cómo hay relaciones de las que uno se recompone de manera más fácil que en otras, donde el vínculo parece difícil o imposible de romper.
A veces se viven estas experiencias como amores utópicos que producen sufrimiento e insatisfacción, se quedan marcados en el corazón a fuego y es difícil de olvidar. A simple vista parece que este sentimiento se tiene por las cualidades que esa persona tienen y nos marca. Una mirada más profunda y sincera sobre ese sentimiento de amor y pérdida nos encuentra con lo que uno quiere del otro y no consiguió. En realidad ese amor imposible habla más de nosotros mismos que del otro, porque explica el mecanismo de apego emocional del que lo sufre y no termina de soltar aquello que ya no está.
Es necesario aceptar la realidad y aprender sobre nuestras reacciones y apegos para poder olvidar a esa persona y continuar sin cargas emocionales innecesarias.
Las parejas son la combinación de dos personas, es más que la suma de cada una de ellas, es el resultado de su unión, por ello cada relación es diferente, porque en combinación con otro el resultado es único, y nosotros mismos somos distintos, con experiencias y vivencias propias, edades, expectativas…ni siquiera el encuentro de las dos mismas personas en distintas edades darían el mismo resultado.
Luego, porque nos quedamos enquistados en una relación que tan sólo tiene significado porque nuestro pensamiento se lo otorga, cuando en realidad no es nada más que el fruto de muchas circunstancias y casualidades.
La seguridad y confianza en uno mismo y que la vida es impermanente es la clave para continuar sin mochilas cargadas de apegos imposibles.
1. Tener la iniciativa de terminar la relación sin dejar de querer a la otra persona.
En consulta se ve a diario como las personas reconocen claramente la relación de malestar y la solución a su situación pero reconocen la dificultad de llevarlo a cabo. La unión física y emocional forma parte de nuestra estructura bio-social. En estos casos la dificultad de estar con el otro y el miedo de no estar con el/ella, nos hace sufrir.
Se trata de una relación de dependencia y no de amor; que surge desde la necesidad de apego, en donde alguna vez uno se sintió querido, atendido y admirado. Estas sensaciones de bienestar son muy potentes para aquellas personas que anhelan llenar un vacío emocional desde su más tierna infancia.
2. Recomendaciones para superar la separación
El desapego está en tu propio desarrollo personal.
Ante este conflicto puedes encontrar tu propia experiencia de dependencia como algo para afrontar y de la que salir mejorado, este proceso necesita de tu conciencia de ser por encima de tus pensamientos y emociones.
Busca tu bienestar fuera de esa situación de pareja o en la ruptura, realiza tareas que te proporcionen satisfacción, cuenta o construye una red de apoyo social, las amistades y la familia es el mejor ansiolítico natural, es la representación del apoyo y la confianza en ti que necesitas volver a tener.
El amor propio es un sentimiento de compasión, respeto y de buen querer hacia uno mismo, trátate mejor que bien, localiza tus propias trampas y pide ayuda para superarlas. Resuelve tus conflictos internos que te llevaron a ese enganche, en muchas ocasiones las expectativas y los ideales que proyectamos en el otro son ilusiones perfeccionistas imposibles de cumplir.
Trata de que tu pareja sea un reflejo del mejor modo de tratarte a ti mismo y sé para tu pareja lo mejor para ella/él.