
02 Nov ¿Por qué nos preocupamos?
Te preguntas ¿por qué las personas nos preocupamos? ¿Te preocupa preocuparte? Preocuparnos forma parte de nuestra supervivencia, tiene una función adaptativa y a lo largo de la historia del ser humano nos ha dado oportunidades de continuidad en la vida y por eso forma parte de nosotros, porque por selección natural, nos ayuda a mantenernos vivos.
La importancia de la preocupación
Así planteado podemos ver la importancia de la preocupación, la más pura supervivencia, para alejarnos de posibles amenazas. Las preocupaciones son formas de pensamiento, los pensamientos se generan en el cerebro. El cerebro, como otros órganos del cuerpo, esta en constante funcionamiento. Igual que los pulmones con la respiración, el corazón con la circulación sanguínea, cada uno de los sentidos con sus respectivos órganos, no se pueden parar, tan solo tenemos cierto margen de posibilidad de control. A través de la atención podemos pasar del automatismo al manejo del pensamiento, las preocupaciones forman parte de la elocución continua de pensamientos que tenemos.
Muchos aspectos psicológicos, culturales, sociales e históricos forman parte del resultado de nuestras preocupaciones, así que para entender nuestras preocupaciones es fundamental hacer una reflexión abierta a una comprensión amplia.
Las preocupaciones se viven como algo displacentero, nos gustaría no tener preocupaciones, tenemos el impulso de vida y la motivación programada para eliminar o disminuir en la medida de lo posible aquellas circunstancias que nos generan malestar.
Las preocupaciones y el sufrimiento
Es frecuente en consulta de psicología que las personas expresen cansancio por tener muchas preocupaciones encima, la verdad es que los pensamientos con connotaciones negativas son la base del sufrimiento humano, la expresión de la forma de malestar que adquiere el pensamiento es lo que origina el tipo de dificultad psicológica en la persona.
Ansiedad; preocupaciones de amenaza no real que se dispara con mucha frecuencia. Aparecen preocupaciones del miedo al miedo y sensaciones de riesgo y tensión con pensamientos de descontrol, ataque al corazón o pérdida de la cordura.
Depresión; preocupaciones por uno mismo y su situación de tristeza, pensamientos negativos de desvalorización, visión de la vida sin placer.
Psicosis; los pensamientos en las patologías mentales más intensas tienen un aspecto de desconexión con la realidad. Aparecen pensamientos mágicos, alucinaciones y vivencias únicas. La peculiaridad es que en estos casos cuando la desconexión es total no se dan pensamientos que se cuestione su construcción psicótica, que no significa que no haya preocupaciones, porque por ejemplo, en las psicosis de persecución se vive en constante lucha contra los malos.
Las preocupaciones; amenaza, inseguridad y desconfianza
Las preocupaciones en sí mismas no son fuente de sufrimiento, el malestar se origina cuando se asocian a sentimientos de amenaza, inseguridad o desconfianza.
Es aquí donde está la clave de la gestión de las preocupaciones, con las técnicas de la terapia de aceptación y compromiso se consigue alejar a la persona de la identificación con la preocupación y la mirada compasiva hacia las emociones con las que se encuentra y tanto preocupan.
La sociedad actual es un marco perfecto de alienación mental hacia el ruido por ruido, y digo ruido, como expresión de pensamientos y preocupaciones que están a muy alta intensidad de volumen pero que tienen poco significado
Visto el planteamiento del automatismo de los pensamientos y entre ellos de la tendencia a la preocupación, por mucho que nos propusiéramos querer dejar de pensar no podríamos. Igual que aunque quieras no se puede dejar de respirar voluntariamente, tan solo se puede pausar por un tiempo. La mente no puede quedarse en blanco, siempre está en algo. La propuesta es que tanto el contenido como a intensidad y la forma sean más llevaderas.
! Baja el volumen de tus pensamientos y dale otro tono, tal vez así puedas escuchar la música tras el ruido¡
El control en las preocupaciones
El control es nuestra mayor fuente de preocupaciones. Entendiendo que las preguntas que surgen en formato de preocupación son parte del proceso para que se encamine a la búsqueda de una solución. Hay una diferencia cuando el control está presente a modo de antídoto mágico en el que preocuparse por muchas posibles problemas y prepararse ante su posibilidad hará que tenga menos problemas, cuando el resultado es al revés.
También tenemos la falsa creencia de que pensar mucho en el problema que te preocupa hará que aparezca la solución.
La preocupación anticipatoria
Otro mecanismo que mantiene la generación de preocupaciones es pensar que el hecho de preocupar a modo de anticipación de los problemas es lo que hace que no pase nada pero.
Este mecanismo acaba teniendo una asociación falsa en la que la preocupación previa a un posible acontecimiento negativo hace que no suceda.
La preocupación anticipatoria se define como la sensación de que si uno se preocupa va a detectar los problemas antes de que sucedan o se hagan mayores.
La preocupación “neurótica”
Aquellas personas que tienen interiorizada la preocupación como un rasgo de la personalidad que la define. Forma parte de su modo de pensamiento y están enfocados en encontrar el margen de peligro en cualquier asunto que se presente. La preocupación se experimenta como necesaria y si no lo hicieran se sentirían mal.
“No es más responsable el que más se preocupa ni un irresponsable el que no lo hace constantemente.”
La preocupación como ritual.
“Si me preocupo por algo, aunque suceda después, no me sentiré tan mal como si pasara sin sentirme preocupado por ello”. Este modelo de proceso mental es el fundamento de las sensaciones de angustia, ansiedad y obsesiones. Cuando la preocupación se asienta, con el tiempo se tiende a la una temática de pensamiento negativo, se crea una química negativa, se realizan acciones que confirman este planteamiento y se acaba por formar un bucle de crecimiento de malestar.
El bucle de los pensamientos
Forma parte principal en la consulta de psicología de BVG Psicología que las personas nos demos cuenta del bucle de nuestro pensamiento y que la connotaciones negativas generan resultados psicológicos negativos para el bienestar emocional. Desde este planteamiento mejorar el diálogo interior es parte del trabajo en consulta, aceptar la vida y el desapego a esa identificación con las creencias sobre las preocupaciones y crear una balanza a favor de la psicología para ser feliz es vital.
“A veces no somos conscientes de los mecanismos que nos activan, date un tiempo para pensarlo
¿Cuales crees que son tu mecanismos de preocupación?”