
23 Ago ¿Por que desconfio de la gente?
La desconfianza sin justificación deteriora las relaciones, nadie quiere sentirse cuestionado cuando no a dado razones para ello. ¿Por que desconfio de la gente? es un breve texto para ayudar a ser más consciente de las distorsiones desde las que nos movemos en lo psicológico.
La duda o la incertidumbre llevan a emociones como la esperanza en positivo, o el miedo; cuando se percibe a uno mismo como débil o en desventaja frente a aquello que genera duda. Las situaciones impredecibles generan más atención que las que son predecibles, como se ve en las personas con alta ansiedad que están en continua hipervigilancia. El miedo está asociado con el control de la situación, se relaciona con el malestar, el esfuerzo y la incertidumbre.
Fases de la desconfianza
Vamos a tratar de describir brevemente las fases de la desconfianza. La desconfianza se desarrolla progresivamente, se van dando distintas fases en el proceso. Conocer que estamos en una fase de las diferentes etapas de la desconfianza te harán más consciente de cómo funciona tú propia psicología y podrás ser parte activa en la decisión final. La desconfianza no ocurre de pronto.
La duda se traduce en una pregunta: la primera fase de desconfianza comienza con la pregunta. Aparece una inquietud sobre algo o alguien, se duda de lo confiable de aquello a lo que se hace referencia y la atención sobre ese tema se hace más consciente y de forma detenida. A veces es una sensación que pasa desapercibida y sólo se reactiva cuando la desconfianza se torna en realidad. Es una intuición, algo simplemente no se siente bien en la situación.
Sospecha: la duda, si no se resuelve, se transforma en sospecha continuada en el tiempo. Se empieza a buscar pruebas que confirmen la sospecha, que justifique la desconfianza para llegar a una explicación que aclare las dudas.
Ansiedad: tras las preguntas, la incertidumbre y las búsquedas de señales que aclare las sospechas, la desconfianza sigue su camino a través de la ansiedad y la sensación de malestar.
La ansiedad que surge con personas en las que no se confía del todo, suele expresarse con tensión muscular, alteración del latido, nerviosismo, con el estómago cerrado, con sensación de estar alerta, tener que estar a la defensiva y ganas de salir de la escena.
Miedo: la sensación de miedo indica un elevado malestar, las personas pueden dudar de las intenciones del otro y sentirse en peligro. La desconfianza se trata de contener para no exhibir vulnerabilidad, se tiene miedo por el bienestar psicológico.
Autoprotección: como resultado asociado con el miedo, se transfiere a una situación de autoprotección. La armadura psicológica a través de la distancia emocional en las relaciones con los demás es el modo de protección más frecuente. Esta defensa disminuye el miedo, pero a su vez, consolida la desconfianza.
Cómo afecta la desconfianza
La desconfianza en los demás disminuye la confianza en uno mismo. Aquello que proyectamos fuera es lo que sentimos por uno mismo. Cuando una persona se siente inadecuada resulta difícil tener relaciones con personas que quieren de modo genuino. Una relación sana entra en conflicto con la visión negativa sobre uno mismo, por lo que se responde con una sensación de no ser merecedor de amor y el sujeto se esforzará en arruinar la relación o ponerla fin.
La desconfianza genera mucho sufrimiento, es una duda sobre el otro que supone estar vigilante, tratando de adivinar lo que los demás piensan de ellos. Supone un desgaste de energía por la alerta continua y el temor a ser herido por el otro.
El desconfiado en el fondo se siente tan frágil que se vuelve desconfiado para defenderse.
El papel de la confianza en las relaciones es una de las bases, la honestidad y la apertura es fundamental para que la confianza sea recíproca, sin confianza el miedo y la inseguridad es una sutil duda que se arraiga y contamina la interacción, nos hace suspicaces y genera incomodidad en el otro hasta crear el conflicto que rompa la relación.
Cómo mejorar la confianza en tus relaciones sociales
- Comienza por confiar en ti mismo; si somos con los demás un reflejo de cómo somos con uno mismo, es prioritario que aprendas a estar cómodo contigo.
- No adelantes prejuicios: las personas no somos siempre lo que la primera imagen puede transmitir de uno. Espera a conocer a las personas antes de dudar o hacer juicios.
- Disfruta la apertura a la experiencia: muéstrate disponible a conocer y escuchar a los otros sin barreras defensivas. No personalices las opiniones de los demás como un ataque personal.
- Practica la asertividad:es fundamental ser honesto en las interacciones sociales. Para ello es fundamental conocer tus valores y principios y poder exponerlos de una forma honesta e íntegra sin por ello sentirte culpable. Expresa tus deseos de manera sencilla.
- No somos perfectos y los otros tampoco: a veces nos duele mucho la crítica de los demás, las opiniones de las personas son muchas y variadas, nadie es perfecto y no se puede gustar a todo el mundo todo el rato. Acepta las diferencias.
- Se flexible:la flexibilidad psicológica es la capacidad de adaptarse a las novedades del entorno y poder encontrar lo mejor de cada situación para estar en ella.
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