03 Abr Miedo y coronavirus
La crisis sanitaria por coronavirus puede traer miedo y ansiedad. Las emociones que la amenaza desencadena son libres en cada uno de nosotros, tan siquiera podemos controlarlo, las emociones surgen, lo que podemos tratar es cómo gestionar lo que sentimos para poder disminuir el malestar.
El miedo es una emoción adaptativa, se trata de la respuesta de alerta ante estímulos o situaciones peligrosas, el covid-19 es un peligro que ha llevado el país al estado de alarma, parece una buena excusa para sentir miedo. Dada esta descripción de la situación, vemos cómo estamos teniendo una respuesta normal, ante una situación poco normal.
En estos días se habla mucho de la labor encomiable que están realizando los sanitarios, y seguro que todos nos hemos puesto en su lugar y puedes preguntarte cómo son capaces de exponerse cada día a su trabajo. El mecanismo es el siguiente, a nivel de psicología social, aquellas personas con un rol de salvador acepta exponerse por el bien común, para salvar a los demás, este sentimiento y el reflejo de lo que el resto de sus iguales están dispuestos a hace r se contagia.
Una razón de peso es el mejor aliento para afrontar cualquier situación. Para superar el miedo hay que pensar en algo por encima de él y que se convierta en valentía.
Tener ciertos recursos para combatir la situación nos da seguridad, las medidas que podemos tener para evitar el contagio del coronavirus nos hace estar mejor; mantener las distancias, el uso de mascarilla y guantes, limpieza y desinfección, el aislamiento,…son las medidas que nos proporcionan tranquilidad en cierta medida. Otra parte del miedo se gestiona aceptando que no podemos controlar todo con el fin de no contagiarnos ni que se contagien nuestros seres queridos.
Los síntomas más habituales en estos momentos son:
- Tener pensamientos obsesivos acerca del coronavirus,
- Tener comportamientos compulsivos
- Hipervigilancia por padecer síntomas o hipocondría y coronavirus
- Sensación de extrañeza
- Síntomas de ansiedad
- Desesperanza
No olvides que el confinamiento supone de por sí el despliegue de ciertas fases psicológicas del confinamiento que nos acontecen según pasa el tiempo y las situaciones del propio covid-19 que vayamos teniendo que afrontar. Nuestros primeros mecanismos de defensa en estos momentos son pensar que se trata de una enfermedad que les pasa a otros, mientras esté lejos de nuestra familia directa no se vive como una amenaza cercana. La extrañeza cada mañana nos recuerda que aún no se está adaptado a las limitaciones de movilidad y la pandemia. En fases de la crisis más avanzados las personas contagiadas están cerca, la extrañeza es ambigua y las limitaciones se asumen como parte del día, incluso da seguridad estar en casa, las experiencias por las que se salen están cargadas de emociones negativas, el exterior se carga de tragedia.
Tratar de evitar sufrir, genera sufrimiento.
Los contagios por coronavirus
Los contagios por coronavirus son las situaciones de mayor estrés agudo en estos momentos, la desolación y la impotencia son desgarradoras, no tenemos los recursos culturales habituales, el tiempo de elaborar una enfermedad, de acompañar a nuestro ser querido, asimilar en lo posible la situación, todo está descolocado y se siente la desesperanza. Este escenario es el drama que enfrentan los familiares en duelo.
Las situaciones más difíciles tienen diferentes resultados en cada uno de nosotros, la ayuda de otra persona humaniza cualquier proceso y disminuye el impacto. El apoyo es el aliento de vida en los peores momentos.
Reacciones de duelo por coronavirus;
- Shock
- Negación
- Derrumbarse emocionalmente
- Mantenerse intacto
- Inestabilidad emocional
- Desahogo emocional
- Querer contarlo o mantenerlo en la intimidad de la familia cercana
- No hay una forma específica de respuesta
Recursos para el bienestar psicológico en crisis:
- Cuida los horarios: mantén una rutina diaria con horarios, aseo, actividades, comunicaciones, buena alimentación y buen descanso. Evita consumos elevados de sustancias para desconectar, no añadas posibles problemas. Busca momentos de paz, de amor y de humor, agradece cada día todo lo bueno que tienes.
- Cuida tu exterior y tu interior; el orden y la limpieza del lugar donde habitamos es tan importante como el orden y la limpieza de nuestro interior, cuidar la salud física y aquello que nos atiende ahora; cuidar nuestra salud mental.
- Los pensamientos obsesivos; son un mecanismo psicológico que suele contener pensamientos catastrofistas, genera malestar y ansiedad. En esta situación de crisis por coronavirus estar muy expuesto a las noticias, los avances y las cifras del covid-19 generan estrés y amenaza. Es tan necesario estar informado como no intoxicarse para mantener el equilibrio.
- El círculo de control y preocupación. No te hagas preguntas que no tienen solución, piensa en aquello que te preocupa y qué puedes hacer, que está a tu alcance. Las preocupaciones solo sirven para ocuparse y dar soluciones, ante este momento de incertidumbre tenemos que aceptar que no podemos controlar la situación, podemos hacer aquello que está a nuestro alcance, las medidas de higiene, el aislamiento y cuidado general.
- #sufriremosperovenceremos; los momentos de crisis son momentos de dificultad y de oportunidad. Nuestro bienestar psicológico es la base fundamental para estar adaptado en estos momentos, valora tus fortalezas, los recursos que ya has tenido en otros momentos difíciles te van a servir en esta ocasión.
“Ahora es el momento de un enfoque más científico y analítico, como dijo la física Marie Curie: “No hay que temer nada en la vida, solo hay que entenderlo. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos“.”
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