05 Ene Las navidades y la melancolía
La Navidad ¿ Tristeza y Alegría?
Parece que cada año las fiestas de navidad remueven a un gran número de personas que viven estas fechas con un tono emocional triste y melancólico. Aparecen recuerdos, aniversarios de fechas por las personas ausentes… otros encuentran en estas fechas momentos de encuentros familiares y sociales que están cargados de conflictos.
Son fechas que evocan momentos de felicidad, familia, paz y buenos deseos, y las personas que sienten estas fiestas teñidas de un aura de tristeza tienen la doble sensación de malestar, pues encima se sienten peor por el propio mensaje de las navidades y la tristeza que le embarga.
Muchas veces en estos meses en la consulta y fuera de ella, las personas comentan esta sensación de melancolía y la dificultad de saber porque surge.
Desde el enfoque del Marco relacional las personas nos comportamos de acuerdo a relaciones mutuas, que forman la base del lenguaje y del pensamiento, y son la premisa del aprendizaje indirecto.
Somos capaces de hacer relaciones entre dos conceptos para analizar el medio y dar respuesta, esto nos permite la evolución de la especie y esta misma capacidad también genera las asociaciones de determinadas escenas con nuestra evocación de emociones.
Pongamos un ejemplo que aclare la teoría; digamos que en una cena de navidad, cualquiera, la persona que tiene la capacidad de hacer esas relaciones y de vivir los pensamientos y las emociones de forma real aunque en ese momento no esté pasando nada de lo que se evoca, será una escena perfecta para recordar un momento o un sentimiento con connotaciones negativas y quedará asociado.
De esta manera hasta el amanecer más bonito puede evocar una sensación de malestar, porque a nivel de aprendizaje neuronal hubo una asociación situación-emoción, que genera sufrimiento. Y añadimos otra pequeña-gran ayuda aquí, la capacidad del lenguaje como binomial, es decir, que si existe el mal es porque tiene su opuesto, el bien, y uno tiene sentido y presencia siempre con su contrario.
Por esto, cuando se siente tristeza también se genera un sufrimiento por la ausencia de felicidad y no sólo por aquello que es triste. Y al contrario, la felicidad en sí misma es positiva y también lo es por la ausencia de su contrario, la tristeza.
Desde este escenario, las señaladas fechas nos convidan a sentir la melancolía de lo perdido y el malestar de no estar bien.
Mis mejores deseos.