02 Dic La pareja; relaciones sanas
En construcción; los ladrillos de la pareja
Uno de los logros más comunes es construir una pareja; explicamos cómo las relaciones se forman por experiencias, con aquellos ladrillos de la propia vida que va dando lugar al resultado de la suma de los dos. Desde los comienzos de los tiempos los seres humanos nos buscamos y emparejamos, tratamos de coincidir como amantes, como amigos, compartimos tiempo, vida, tratamos de conocernos en profundidad y encontrar la mayor felicidad que podamos conseguir.
Como si de arquitectos nos trataramos, nuestro plan de construcción dibuja proyectos de relaciones de pareja saludables, donde ser complementario con el otro, para crecer en pareja y como persona, seguir aportando, ser el apoyo y tener apoyo, caminar en compañía los días de sol y las tardes de tormenta y aceptar que ambos estamos juntos por decisión propia.
“Te amo pero no te necesito”
La autoestima, confianza y seguridad propia y del otro son ingredientes para una buena relación. La necesidad implica dependencia y ausencia de individualidad sin la pareja, a la larga la dependencia se convierte en una carga y el origen de conflictos.
El respeto por las decisiones y el espacio personal de cada miembro debe cuidarse por la pareja. El juicio y la crítica hacia el otro debe ser constructivo y positivo, para que la relación siga nutriéndose, aceptando que también en las relaciones sanas surgen conflictos que afrontar.
Nuestra pareja, el otro, no es un medio para conseguir alcanzar anhelos pendientes. Si cada uno puede ser autoresponsable en los aspectos importantes; como el espacio personal, social, económico, etc, la pareja es un complemento y no una necesidad.
Compartir los tiempos y recursos sin creerse en la potestad de pedir nada a cambio, y no desde el sacrificio, desde la generosidad y el amor de aportar, es la base del compañerismo.
En las relaciones equilibradas la sensación que se vive es de paz, de amor, de complemento que enriquece, que aporta. Siendo dos personas completas en sí mismas que trabajan sus debilidades y que tienen la capacidad de compartir con su pareja su intimidad y a su vez penetrar en la intimidad del otro.
Los ladrillos que construyen parejas sanas:
El Respeto:
Es parte esencial del amor y consiste en tratar a la pareja con interés, admiración, cuidado. Respetar las características, los espacios y los gustos, sin tratar de cambiar al otro. Las diferencias pueden causar malestar pero también puede ser la oportunidad, para ambos de ver las cosas de diferente manera y aun así estar juntos.
El respeto es una constante presente en todo momento, tanto en los buenos como en los difíciles donde se confrontan dificultades, siempre respetando y cuidando la comunicación se convive mejor. Los desacuerdos requieren que cada uno ceda por lo menos un mínimo, y que este ceder sea equitativo y no siempre sea el mismo miembro de la pareja.
La Convivencia y equipo:
Si tuviera que elegir los valores para que una relación sea satisfactoria para los dos miembros serian: Compromiso, responsabilidad y humildad.
Nada crece sin tiempo ni dedicación, y sin humildad aquello que tratamos de conseguir llevará un alto precio, la humildad es la parte más noble y desinteresada de cada uno donde no existe intención de daño y si se hace se repara y no se vuelve a repetir.
“Las relaciones íntimas involucran afecto, confianza, calidez, cercanía e interdependencia, y esa posibilidad de confiarle al otro nuestros aspectos más recónditos, es lo que hace tan especial la relación”
Cuida tu propio bienestar;
“El amor propio es la fuente de todos los tipos de amor” Pierre Corneille.
La relación entre dos personas será la suma de sus virtudes, sus diferencias, sus coincidencias, sus fortalezas y sus debilidades. Tener un buen equilibrio psicológico y buena autoestima nos ayuda mucho, personalmente y socialmente. Cuando el amor propio es de calidad buscamos relaciones que estén al mismo nivel.
Se consciente;
Demos por supuesto que nuestro acompañante y la vida, no son perfectas, ni siquiera tiene por qué parecerse. Reflexionar sobre el resultado de la pareja, expresar lo que se desea, escuchar lo que se dice y avanzar en una línea en común.
Sinceridad, confianza y equilibrio
Una de las cosas más complicadas que tenemos es la de conocernos a nosotros mismo, con cariño, comprensión…con compasión. Ser sinceros con nosotros mismos es el camino de entrenamiento para serlo con los demás. Cuando se está en relación se dan cambios personales en pro de la fusión con el otro. Nuestro deseo de sintonía con la persona amada nos lleva a ceder el espacio propio por el espacio del otro o el común, perdiendo la identidad genuina del espacio independiente. En el comienzo de una relación se va gestando un ajuste entre ambos y aquí es cuando es fundamental cuidar no perder la identidad propia.
Comunicación
Entre los ladrillos de nuestra construcción, necesitamos un buen conductor, que sea suficientemente fluido y fuerte, un cemento que ayude a los ladrillos a mantener la figura. Podemos juntar las personas más maravillosas del mundo, que como no sepan comunicarse no podrán descubrirse. Nos conocemos a través de la comunicación, de forma verbal y no verbal. En la pareja es un proceso de doble camino que nos permite conocer los pensamientos, los sentimientos, las búsquedas del compañero y hacernos conocer recíprocamente. La buena comunicación se basa en una escucha activa, abierta y comprensiva.
La comunicación nos da momentos de intimidad y cercanía que son muy especiales para la continuidad de la pareja y su satisfacción. Los tiempos dedicados a una buena conversación genera lazos y conocimientos personales; gustos, valores, ideales, recuerdos, temores, límites, placeres,…que nos ayudan a comprender a quien tenemos tan cerca.
Tener la facilidad de una buena comunicación en la pareja es una característica que añade valor a aquellos aspectos positivos de la convivencia y disminuye los aspectos difíciles de la misma al ser el canal de encuentro para que las dificultades se gestionen.
“aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta” San Keen
La pareja se ha ido modificando con el paso del tiempo, parece que vamos desterrando la idea romántica con la que hemos crecido, que nos hace pensar que la pareja nos dará la felicidad. El amor de pareja es complicado y tiene muchos ingredientes que dan su resultado particular, hay similitudes, deseo sexual, atracción física y mental, hay expresión de afectos, comunicación, aprendizaje y continuo cambio. La vida es dinámica, la mejor opción es saber ser dinámicos con ella y entender que el pasado, no es el presente ni nuestro futuro y ser lo mejor que podamos ser.
Construye bonito, deja tu mejor huella. Si buscas mejorar tu relación, queremos ayudarte en tu camino.