26 Oct El doble vínculo: los mensajes contradictorios
En la consulta de psicología se dan ocasiones en los que se describen situaciones de relaciones, habitualmente familiares, en los que se describen ciertos patrones de comunicación complicados de compartir y que la propia persona siente que no sabe manejar.
Es muy interesante dedicar este texto para tratar la teoría del doble vínculo de G. Bateson. Esta teoría plantea la dificultad del dilema que surge cuando el emisor de un mensaje manda mensajes contradictorios.
Aunque el autor en sus inicios planteó este código de comunicación como una posible causa del origen de la esquizofrenia, estudió el sistema de los mensajes en la familia, y sus estructuras de dolor y amor, aunque los avances en el estudio de las alteraciones cerebrales en la esquizofrenia. Acabó por ser una teoría rechazada en este sentido pero puso de manifiesto la importancia del mensaje, su forma y contenido, desde el que lo envía, el que lo recibe, y cómo se dan las interpretaciones subjetivas que coloquialmente decimos que son cuando se “lee entre líneas”, pues en la comunicación no sólo escuchamos lo que el otro dice si no que a ese mensaje le añadimos contenido sobre el otro, lo que creemos que dice el otro, lo que sentimos que dice de nosotros mismos y una multitud de posibilidades que “engordan” el contenido, la interpretación.
Las características del doble vínculo y las consecuencias que tiene para las personas que conviven con este modo de comunicación se exponen a continuación.
¿Qué es la teoría del doble vínculo?
Antes de explicar la teoría, es necesario decir que esta teoría está enmarcada dentro de un enfoque sistémico. Los modelos sistémicos son aquellos modelos que intentan entender a las personas y sus relaciones como un sistema. Es un modelo que se centra en las relaciones y las dependencias que se crean dentro de los diferentes interrelaciones y sus alianzas (como es la familia) para intentar explicar las causas de un trastorno o un problema.
El modelo sistémico defiende que un cambio en uno de los sistemas o personas hace que el resto de sistemas también se vean influenciados. Esto es, el modelo sistémico intenta entender a la persona dentro de su entorno (su familia, su contexto, etc.) y entiende que los cambios que se producen alrededor afectan a la persona de manera significativa y directa.
La teoría del doble vínculo
Una vez explicado lo que es el modelo sistémico volvamos a la teoría del doble vínculo. Ésta, como buena teoría sistémica, se centra en las relaciones entre dos personas. Manifiesta que los dobles vínculos son aquellas dudas comunicativas que le pueden surgir a una persona como resultado de la recepción de dos o más mensajes contradictorios entre sí.
El doble vínculo expresa la comunicación entre dos personas donde surge las dificultades relacionales como resultado de la recepción de mensajes contradictorios entre sí desde una sola persona.
Mensajes contradictorios
Los mensajes contradictorios se pueden mandar a través del habla, de los gestos, de la comunicación verbal y de las acciones. Se puede sentir la confusión del doble vínculo recibiendo un mensaje verbal con un contenido positivo, por ejemplo, y recibir la negación mediante el lenguaje no verbal.
La duda que experimenta el receptor de los mensajes contradictorios cuando se trata de una persona cercana y muchos mensajes como modo de relación conlleva una fuente de malestar que descoloca en gran medida.
El doble vínculo se produce una serie de características:
Se da entre personas con una relación afectiva, cercana y continua. Se trata de un tipo de comunicación frecuente, no es un mensaje aislado.
Los mensajes contradictorios son dos como mínimo, hay posibilidad de más mensajes, varias alternativas contrarias al mensaje principal.
La persona que recibe el mensaje no puede evitar recibirlo porque el emisor tiene una postura de poder.
En algunas ocasiones el doble vínculo se acompaña de un mensaje sutil de chantaje emocional sobre amenaza de abandono o pérdida del amor.
Sufrir el doble vínculo:
Tipo de relación:
Como en otros tipos de relaciones patológicas, la persona que se ve implicada en el doble vínculo se halla ante una relación perjudicial, habitualmente con chantaje emocional de fondo.
Ansiedad y tensión;
La ansiedad, en la comunicación que se establece a través de mensajes contradictorios, es muy difícil saber cómo acertar y acaba sintiendo tensión ante las represalias del otro.
Confusión:
Tras intentos de aclarar o confrontar lo que se dice sin decir, la confusión ante la negativa es parte del doble vínculo.
Inseguridad.
Ante este tipo de comunicación nunca se sabe muy bien qué hacer. Piensan que hagan lo que hagan estará mal hecho y la inseguridad va asentándose en el interior de la persona que recibe los mensajes dobles.
Culpabilidad:
La sensación de culpa por no saber responder a los mensajes que recibe es una respuesta frecuente.
Indefensión aprendida.
Cuando la persona siente que las situaciones no responden a nada de lo que ella haga acaba en situación de indefensión aprendida. Se experimenta como que haga lo que haga no va a tener buen resultado porque este será independiente. La persona que sufre el doble vínculo puede verse resignada y actuar de manera pasiva.
Salir del doble vínculo
Como en toda dificultad psicológica, es básico reconocer el factor perjudicial, descodificar que se esta relacionando con una persona que se comunica a través del doble vínculo, reconocer las características que se experimentan y las consecuencias que se tienen de dicha comunicación. Desde este momento se puede entender que en su posición de receptor del mensaje, este está estructurado para no poder complacerse.
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