15 Abr Después del aislamiento
Secuelas psicológicas, trastornos y traumas después de vivir el coronavirus
Que nos espera después del aislamiento, cuando se disipe el contagio, como volver a retomar nuestra vida ….parece que todo se ha vuelto inestable, no se puede confiar en volver a la vida que teníamos antes, menos en las personas con experiencias más cercanas al coronavirus. Desde el aislamiento, la propia experiencia de sobrevivir a la UCI o la muerte de un ser querido, las experiencias de muchos de nosotros ante el covid-19 van a expresar secuelas psicológicas aún por determinar.
“El cuadro de crisis sanitaria es un facilitador de fobias, hipocondría, trastorno obsesivo, estrés postraumático, ansiedad y depresión”
Lo que parece fácil de prever son reacciones psicológicas posteriores como la hipocondría y coronavirus, y las reacciones que ya se están dando durante la pandemia. Las manifestaciones psicológicas futuras del impacto vital del coronavirus en nuestra vida son los mecanismos de defensa que vamos a tener, la ruptura de la vida anterior, el tiempo de aislamiento y el contacto con la enfermedad forman un contexto idóneo para tener un despliegue de respuestas más o manos adaptativas según el caso.
La capacidad de resiliencia de cada individuo será determinante, la depresión y la ansiedad son las principales alteración psicológicas que la crisis sanitaria va a despertar. Entre las diferentes formas de ansiedad, los trastornos obsesivos y los pensamientos rumiantes se van a consolidar con la ayuda de las características del cuadro de contagio, los cuadros obsesivos que tienden a generar rituales para evitar el miedo, son el mecanismo de base que se tiende a practicar para no contagiarse; lavarse las manos, no tocar objetos de uso común, tener precauciones rigurosas, vigilar síntomas como fiebre y tos.
El mapa de contagio es una amenaza real, la pesadilla de cualquier TOC
(Trastorno Obsesivo Compulsivo).
Las tareas de precaución para un sujeto sin obsesiones es una tarea sin mayor inquietud que hacerla bien, para la persona con pensamientos obsesivos-ansiosos se siente vulnerable y le preocupa no controlar la posibilidad de contagio, por lo que los consejos de cuidado se vuelven rituales que realiza de forma rigurosa y ansiosa con el objetivo de que le devuelva la estabilidad emocional y cierta tranquilidad, pero el mapa de contagio es una amenaza real, la pesadilla de cualquier TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
Recuperarnos de la pandemia
Nos tocará recuperarnos de la pandemia; del tiempo en confinamiento y sus fases, las muertes, las vivencias dramáticas, la crisis económica y las consecuencias sociales que se deriven de la pandemia, la capacidad de adaptación al cambio va a determinar las secuelas psicológicas, en los cuadros más difíciles se dará, el Trastorno de Estrés postraumático, derivado de una vivencia o testimonio de amenaza a la vida.
El duelo de aquellos que la enfermedad le ha quitado la vida se enfoca de un modo injusto, el coronavirus no forma parte de nuestro mapa mental de muerte. La atención psicología a las emociones desencadenadas por los duelos no resueltos serán foco de atención psicológica entre la población.
Se recomienda manejar el momento en presente y corto plazo, con la prudencia de las decisiones permanentes, afrontar el día a día, en presente, con las posibilidades reales del contexto de cada uno, sin proyecciones mentales de lo que debería ser y no es o del futuro que aún no se conoce. Anticipar los tiempos y pensar en lo que no es, sólo consigue aumentar la carga emocional, la ansiedad y el estrés.
En estos momentos el cuidado de la salud debe ser integral, la salud física y la salud mental necesitan nuestra mayor atención.
Los síntomas psicológicos pueden ser respuestas normales ante estos acontecimientos como recursos del propio sujeto. En especial, las personalidades más sensibles a desarrollar alteraciones psicológicas, el cuadro de crisis sanitaria es un facilitador de fobias, hipocondría, trastorno obsesivo, estrés postraumático, manifestaciones de la ansiedad y depresión. El impacto de esta vivencia dependerá de la experiencia individual y los factores de vulnerabilidad y protección previos.
Resiliencia
Demos un aliento de esperanza, después de que esto pase, tenemos que focalizarnos en la superación, del virus y de nuestros propios fantasmas. Sabremos distinguir las fortalezas que nos han acompañado, que a veces uno ni tan siquiera sabía que tenía. Habremos superado una gran dificultad, para muchos la más difícil de su vida. Y va a quedar grabado en nuestro cerebro, en nuestra piel y en nuestra psicología.
Al igual que el Kintsugi, arte Japonés de reparar roturas en objetos de cerámica con una resina dorada. Las cicatrices de la crisis son partes de nuestra historia, tenemos que darle su lugar, dotar de la importancia que tiene la transformación que las cicatrices nos aportan y que deben mostrarse, pues en cada rotura hay dolor y oportunidad de reconstrucción.
BVG Psicología Psicólogos Málaga