25 Abr Cómo afrontar la muerte por coronavirus; el duelo sin despedida
El duelo sin despedida
Cómo afrontar la muerte por coronavirus de un ser querido y el duelo sin despedida en tiempos de covid-19 es una de las consecuencias desgarradoras; son tiempos difíciles, la pandemia del coronavirus es una situación de crisis sanitaria a nivel mundial, el covid-19 implica la muerte de miles de personas. La saturación de la sanidad pública y el desconocimiento en la actuación ante una pandemia nos ha colocado a la población mundial ante la improvisación y la adaptación gradual.
Se han sobrecargado los recursos humanos, técnicos y material entorno a la sanidad y la alimentación, nos ha colocado a nivel de supervivencia, amenazando el funcionamiento social y la seguridad, y dando paso al estado de alarma que ha puesto al país en manos militares.
Se trata de una catástrofe con multitud de tragedias humanas, las consecuencias del covid-19 son múltiples, el impacto económico por cierre de las actividades comerciales, los conflictos relacionales y familiares, las dificultades consecuencias del aislamiento y por encima de todo, las muertes por contagio y las circunstancias particulares de los sepelios.
La radiografía de las consecuencias del coronavirus tienen un daño directo sobre la psicología, social e individual, y más, especialmente, en los supervivientes que han tenido la pérdida de un ser querido.
El impacto psicológico de la pérdida por fallecimiento es doloroso, y nos sumerge en un proceso de duelo para sobrellevar la pena. En estos momentos las muertes por coronavirus superan las estimaciones, se dan en cualquier rango de la población y en cualquier edad, suponiendo una muerte fuera de nuestro mapa de muerte biológica, se siente injusta y drástica, a lo que añadimos la falta de despedida; la mayoría de las personas fallecidas en estos momentos lo hacen solos, supone una carga emocional para los familiares que acentúa los sentimientos de culpa, desgarro e impotencia.
En mayor o menor medida, toda la población sufre cierta tensión, se dan las condiciones favorables al aumento de alteraciones psicológicas. Es evidente que las personas vulnerables, con condiciones más precarias, con dificultades económicas y problemas sociales o de salud son la población sensible a tener mayores reacciones psicológicas.
Ante este marco, padecer la muerte de un ser querido tiene reacciones que pueden parecer patológicas pero entendidas en este contexto actual son “respuestas normales ante situaciones no normales”. (“Pero, si bien algunas manifestaciones psíquicas son la respuesta comprensible y transitoria ante las experiencias traumáticas vividas, también pueden ser indicadores de que se está pasando hacia una condición patológica”)
El periodo de duelo es el tiempo en el que la persona procesa lo sucedido, expresa e integra las emociones y reconstruye su vida. Los ritos, normas y costumbre entorno al duelo son costumbres sociales que ayudan a la expresión del dolor. Desde el mismo acompañamiento del enfermo hasta su fallecimiento el esquema mental de la pérdida comienza a estar presente, el tiempo de tanatorio ayuda al estadio de shock, hace presente el adiós, nos reconocen el dolor de la ausencia y se vive la realidad.
Las expresiones de duelo son:
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- Tristeza; recuerdos abundantes; llanto;
- Angustia; aislamiento o retraimiento
- Ira; impotencia; enfado; inculpar a terceros
- Miedo muy intenso; deseos de morir; psicosomatización
- Desgarro; frustración ; desconcentración ; falta de memoria; anhedonia
- Otras….
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Proceso de duelo:
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- Asumir la pérdida
- Adaptar la realidad sin la persona fallecida
- Volver a la rutina sin pesar
- Volver a sentir placer no incomodo
- Retomar ilusiones
- Otros…
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El duelo durante el confinamiento
La defunción de un ser querido en estos momentos se ve agravada por la situación de aislamiento que mantienen los enfermos en el hospital y las duras restricciones de funeral. Las personas que no logran superar la enfermedad, mueren solos, no sienten el acompañamiento de la familia a los pies de la cama. En esta ocasión la muerte queda deshumanizada. Afrontan el final desde su propia valía, su religión y su personalidad. La medicalización hará en muchos casos que la conciencia del enfermo no sienta, habitualmente el declive va preparando esta situación hasta el desenlace final.
Psicológicamente el devenir de la propia muerte se maneja con los cierres de temas personales, de relación, gestiones económicas, tratando de dejar el mejor escenario que uno quisiera en su ausencia. Surgen momentos espirituales respecto al después de la muerte y un recuento de la vida que se ha tenido.
La familia queda sin los rituales habituales que en estas situaciones tenemos culturalmente incorporados y que nos ayudan en los procesos psicológicos de la aceptación y la despedida del fallecido.
No estar con la persona difunta, reconocer su cuerpo, incide en la dificultad para aceptar la realidad, suscita una gran confusión, no tener los tiempos de despedidas con nuestros seres queridos general incertidumbre y favorece duelos complicados.
Despedidas simbólicas
Las despedidas de los seres queridos se han alterado por el estado de alarma.
Las familias que se encuentran ante el dolor de la pérdida pueden tratar de hacer estas despedidas de forma simbólica.
– La carta de despedida:
La carta es uno de los rituales más habituales para expresar los sentimientos a la persona, son momentos de recuerdos, reflexión, llanto que se transmite hacia afuera, ayudando a la integración del malestar y a su expresión. Se deja escrito cómo se siente tras la ausencia, aquello que tenían pendiente, momentos juntos y la mejor de las despedidas.
– Objeto simbólico
Guardar un objeto simbólico que tenga una connotación especial ayuda a tener cierta unión con la persona fallecida y a vivir el duelo a través del objeto, hasta llegar a percibir el objeto especial con cariño y con menos dolor.
Una zona de recuerdo compuesta por algunas fotos, algún objeto representativo, el perfume y una vela.
– Hablar de la pérdida
Hablar de la perdida, contar lo que se está viviendo, expresar cómo se vive el momento ayuda en el proceso de duelo. En la consulta de psicólogos Rincón de la Victoria, en los casos de duelo reciente es normal que se exprese la sensación de que sienten la necesidad de hablar del tema, para convencerse de que es real.
Los niños y el duelo
En los niños la práctica recomendada es hacer dibujos y textos, los niños que forman parte de la vida de la persona fallecida, también forman parte de la vida sin ella, les tenemos que dar el lugar y la información que necesitan, decirles y preguntarles cómo se sienten pues es el ejemplo de afrontamiento que van a vivir. En la psicología infantil se recomienda la respuesta adaptativa con expresión emocional para que le haga sentir la libertad de sentir emociones y resolverlas en familia.
Ceremonia de despedida y coronavirus
La ceremonia de despedida durante coronavirus no está autorizada. Cuando la situación lo permita, se puede señalar una fecha para tener una ceremonia de despedida y sentir el cariño y el acogimiento de las personas que valoraban a la persona que ya no está.
Por el momento, es importante darse permiso para llorar la pérdida, a veces será en soledad en los momentos que así lo necesites y otras también en compañía. Los abrazos y muestras de cariño también ayudan a transitar el duelo. Es importante por tanto no aislarse más aún y apoyarse en la familia y amigos, aunque ahora sea de forma virtual también pueden acompañar en estos momentos.
Apoyo psicológico al duelo
El duelo en estos momentos es más difícil de lo habitual, la complicada situación y las restricciones no favorecen el proceso de duelo. En estos momentos los profesionales de la psicología sabes las dificultades que pueden desencadenar en un duelo complicado, la psicoeducación ayuda a entender el proceso de duelo y entender la situación para prevenir posibles complicaciones.
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